Suelo frio
Suelo radiante frío en local comercial
El suelo radiante es un sistema de transmisión de la calefacción y la refrigeración. La calefacción radiante se basa en las leyes físicas: cualquier fuente de calor emite el calor por contacto, por convección y por radiación. La proporción de cada una de ellas está en función de la tipología del foco de calor. En la calefacción convencional predomina la convección, es decir, que el calor se transmite a un medio, generalmente el aire, y el medio nos transmite el calor a nosotros. En el suelo radiante, el método que predomina es la radiación por la relación existente entre el calor emitido y la superficie de emisión.
Esto conlleva varias ventajas. Entre ellas, que el consumo de energía es mucho más bajo, con lo cual el ahorro econónico es proporcional. Otra de las principales ventajas es que el suelo radiante es aplicable a la calefacción de grandes volúmenes, tales como naves industriales o polideportivos, dado que no calienta el aire, sino que emite infrarrojos que solo se transforman en calor cuando tocan un cuerpo sólido.
Otra de las grandes ventajas del suelo radiante es que es un sistema de climatización completa. Es decir, transmite tanto calefacción como refrigeración. En este caso, se le denomina suelo frío, y la refrigeración, que no es más que la transmisión de calor de un lugar a otro, funciona por el método de contacto: los cuerpos físicos y el aire que tocan la superficie fría les transmite su calor, y el sistema de tuberías expulsa el calor en otro medio, el aire de la calle o el subsuelo, si se trara de suelo frío mediante geotérmica.