Caldera de alto rendimiento en Euskadi

Caldera de alto rendimiento a gas + agua caliente y calefacción solar en Euskadi. En esta ocasión podemos ver una instalación de agua caliente sanitaria (ACS) para una vivienda de 200 metros cuadrados y 4 personas.

El problema era integrar los paneles e intentar no romper la estética de la urbanización, por lo que se optó por ponerlos directamente sobre el tejado. El agua caliente generada por los paneles solares se almacena en un tanque de 300 litros.

De ahí, será usada para ACS o calefacción de forma automatizada mediante una centralita. Esta centralita es la encargada de evaluar el agua caliente disponible y la demanda real que hay. En función de esto, la centralita se encargará de ordenar a la caldera, de gas en este caso, de aportar energía extra si fuera necesario.

Existen dos tipos principales de energía solar. La energía solar térmica, que caliente el agua de la red potable de la casa y además puede ser también aprovechado para la demanda de calefacción, aunque en ese caso no cubre el 100% de la demanda anual y es necesario complementarlo con un sistema auxiliar de generación de energía.

La otra es la energía solar fotovoltaica, aunque ésta no es utilizada en las viviendas en producción de energía, a no ser que se traten de viviendas rurales alejadas de la red eléctrica. Su uso está más bien orientado hacia la producción de electricidad para venta a la compañía eléctrica, que está subvencionada.

Existen también otros usos menos conocidos de aprovechamiento de la solar, como la termoeléctrica, que consiste en aprovechar el calor para generar electricidad y se usa solo en un puñado de centrales comerciales en todo el mundo, pues ha estado en investigación hasta hace poco, o las cocinas solares, que no han tenido aún mucho eco en el mundo occidental, aunque en países con problemas de suministro, como la India, cada vez está más extendida. De hecho en la India existe un comedor de un templo de la India abastece diariamente a 18.000 personas gracias, única y exclusivamente, al uso de 108 reflectores Scheffler, un tipo de concentrador solar elaborado especialmente para su utilización en países en vías de desarrollo, fabricado de forma muy sencilla y con materiales locales fáciles de encontrar.

En cuanto a las denominaciones que reciben las placas, fuera del sector existe cierta ambigüedad al respecto. Cuando usamos los términos placas o colectores, podemos estar hablando tanto de placas fotovoltaicas como térmicas. Si decimos 'colector', nos estamos refieriendo siempre a una placa térmica, del mismo modo que si decimos 'módulo', siempre estaremos hablando de paneles fotovoltaicos.

La energía solar térmica puede aprovecharse tanto para producir agua caliente como para la calefacción, aunque en este último caso, no se dimensiona la instalación para cubrir el 100% de la demanda de calefacción en invierno por motivos técnicos. Es necesario combinarlo con otro sistema de generación de energía.

Algunos clientes se acercan a nosotros cuando aún estan planeando la construcción de su vivienda, y nos consultan sobre los sistemas más eficientes a instalar.

Nosotros siempre recomendamos el uso de energía solar. Como sistema auxiliar, recomendamos una caldera de biomasa o una bomba de calor. El primero lo recomendamos porque es más ecológico y más económico que el gas o el gasóleo. En el caso de las bombas de calor, éstas consumen electricidad, pero son dispositivos de altísima eficiencia que generan mucha más energía de la que consumen gracias a que absorben energía del entorno. Una bomba de calor mueve el calor de un sitio a otro, en función de nuestras necesidades. Si es reversible, absorberá calor del exterior para proporcionarnos calefacción en invierno, y expulsará al exterior el calor del interior de nuestra vivienda durante el verano. Una nevera, por ejemplo, es una bomba de calor no reversible, que saca el calor del interior de la nevera; por eso la parte posterior de la nevera está siempre caliente. No es que la nevera genere frío, es que expulsa el el calor.

Como sistema de calefacción recomendamos el suelo radiante. El suelo radiante se basa en el mismo principio que la calefacción que ya usaban los romanos a principios del primer milenio, o que las glorias castellanas, solo que en lugar de aire caliente, utiliza un sistema de tuberías con agua caliente que discurren bajo el suelo de la vivienda. El nivel de confort es mucho más elevado que con la utilización de radiadores, dado que el reparto del calor es más homogéneo. Además, el usuario está cerca de la fuente de calor independientemente del punto de la habitación donde se encuentre. Existen otra serie de ventajas frente a la calefacción a través de radiadores que podrán ver si entran en nuestra sección de productos.