Energia solar en el País Vasco
La energía solar puede aprovecharse para climatizar piscinas
Todos sabemos que el sol no brilla durante todo el año por igual. En invierno luce menos, y esto no se debe únicamente a que veamos más días cubiertos; la inclinación de la Tierra va variando durante las estaciones. En verano los rayos de sol inciden de forma más perpendicular, y en invierno nos dan más de refilón, disminuyendo su poder calorífico. Por este motivo, a la hora de realizar una instalación solar, es necesario dimensionarla para que funcione de forma óptima en invierno, es decir, poner unas placas que nos cubran la demanda en invierno, pero que nos sobrarán en verano, cuando el sol calienta más y, además, nosotros necesitamos el agua menos caliente para ducharnos.
Esto significa que el calor de más que tenemos en verano necesitamos controlarlo de alguna manera. Normalmente el controlador solar de la instalación ya soluciona esta cuestión de forma automática, regulando la temperatura interna del acumulador, pero en el caso de existir una piscina en la vivienda donde se instala el agua caliente, el exceso de calor puede aprovecharse para calefactar una piscina externa, alargando así la temporada de baño.
La energía solar puede usarse tanto para las piscinas interiores como exteriores