Energia solar en Andorra
Todo edificio construido posteriormente a 2006 debe incorporar por ley un sistema solar para calentar agua. Además, existen subvenciones para los edificios más antiguos que decidan realizar una instalación de este tipo.
Existen fundamentalmente dos tipos de energía solar: la térmica y la fotovoltaica. La primera acumula en las tuberías de un sistema hidráulico el calor generado por el sol, mientras que la segunda genera electricidad gracias a materiales semiconductores presentes en las placas.
Existen también otras formas de aprovechamiento de la energía solar; de hecho, cada vez se innova más en este campo, debido al deseo de evitar el cambio climático aprovechando las energías renovables. No hace mucho han salido al mercado concentradores solares que producen simultáneamente calor y electricidad.
Hasta no hace mucho, la principal forma de aprovechar esta energía para generar electricidad a gran escala eran las llamadas huertas solares, campos privados de módulos fotovoltaicos que generaban una electricidad que se vendía a la red eléctrica. Pero existen ya plantas solares comerciales que aprovechan otra tecnología: la termoeléctrica, que a su vez disponde de diferentes técnicas. Brevemente, se trata de utilizar espejos para concentrar los rayos solares sobre una tubería a través de la que circula un fluído que, una vez convertido en vapor, mueve una turbina que genera electricidad.
También hay una variada selección de cocinas solares,tanto móviles como portátiles. Fueron desarrolladas pensando en los países en vías de desarrollo, donde el suministro de energía no siempre se puede dar por sentado, y donde la leña a veces no está disponible o queda lejos del poblado. Su utilización también reduce las emisiones de CO2.