Agua caliente y calefacción solar
La energía solar puede ser aprovechada no sólo para generar agua caliente, sino también para apoyar el sistema de calefacción en invierno, lo cual repercute en un importante ahorro de combustible fósil.
Existen diferentes tipos de placas o paneles solares.
Por un lado, están los fotovoltaicos, también denominados módulos, que están formados por células solares, compuestas por un semiconductor llamado silicio, que convierte los fotones de la luz solar en electrones.
Por otro lado, están las placas, paneles o colectores térmicos, siendo estos tres términos sinónimos.
Las placas térmicas pueden ser a su vez, de diferentes tipos. Las más comunes son las placas planas. También existen los colectores de alto rendimiento, o colectores de tubos de vacío. Las placas planas, que podemos ver en estas imágenes, son atravesadas por una tubería con un líquido en su interior que es calentado al atravesar la placa. El aspecto de los colectores solares es distinto. No forman una especie de cuadro, como éstas, sino que cada tubo está envuelto en un cilindro de cristal que se encuentra al vacío. De esta forma el aislamiento del tubo es mucho mayor, y el agua se caliente mucho más. Estos dos tipos de placas se utilizan en instalaciones de gran complejidad técnica, que necesitan de un ingeniero o personal altamente cualificado para programarlas.
Luego tenemos opciones más sencillas. Una es el termosifón, que es una placa plana con un depósito incorporado, y funciona de forma completamente mecánica, sin necesidad de bombeo hidrúalico ni control eléctrico. Es mucho más sencillo de planificar e instalar.
Y finalmente está las placas fabricadas a partir de plástico, que son las utilizadas para la climatización de piscinas descubiertas. Son simplmente placas de plástico con agujeritos por donde circula el agua. No se utilizan para generar agua caliente por motivos higiénicos.