Caldera de condensacion en Zaragoza
Caldera de condensación + agua caliente + calefacción solar +calefacción suelo radiante en Zaragoza
Esta instalación presenta una combinación energética prácticamente perfecta desde nuestro criterio.
En primer lugar, utiliza la energía solar tanto para generar agua caliente como para la calefacción. Como sistema auxiliar de generación de calefacción, utiliza una caldera de condensación, que es una caldera de gas de alto rendimiento, gracias a que extrae el calor del humo de la combustión para aprovecharlo para la calefacción, cosa que otras calderas no hacen.
Como sistema distribuidor de la calefacción se utiliza el suelo radiante. Este sistema sirve también para refrigerar, pero dada la latitud y altitud de la instalación, el cliente no consideró necesario aprovechar esta cualidad. El suelo radiante tiene diversas ventajas sobre la calefacción a través de radiadores, no sólo su capacidad de refrigerar. Dado que consiste en un circuito hidráulico que discurre bajo el suelo de las habitaciones, no limita la distribución de los muebles. Mucho más importante son su confort y eficiencia. Necesita una temperatura más baja que la calefacción por radiadores, con el consiguiente ahorro de combustible, y además el calor se encuentra mucho más cerca del cuerpo del usuario.
La eficiencia energetica es cada vez más imporante en el mundo de hoy en día, por lo cual las calderas de alto rendimiento se están perfilando como una opción óptima para la calefacción eficiente. Además, existen Planes Renove en diversas comunidades autónomas, que nos posibilitan la instalación de una de estas calderas de forma más económica, con lo cual la amortización es mucho más rápida.
La tecnología de las calderas de alta eficiencia.
Existen dos tecnologías principales para este tipo de calderas. Las calderas de condensación condensan el humo antes de expulsarlo, aprovechando el calor de este humo. En las calderas convencionales, el humo sale a unos 70ºC, mientras que las calderas de condensación, que han aprovechado ese calor para la calefacción, lo expulsan aproximadamente a 40ºC. Esa diferencia de calor implica que el consumo de combustible es más reducido, alcanzando el ahorro hasta un 40% frente a las calderas convencionales. Hasta fechas recientes, la condensación sólo se podía aprovechar para calderas de gas, pero la tecnología ha avanzado en los últimos años, y ahora también puede aplicarse a las calderas de gasóleo.
Las calderas de gasóleo disponen también de otra tecnología de alta eficiencia. Se basa en una regulación muy exacta del consumo de combustible, que estará en función de la demanda de agua caliente o calefacción de la casa. Las calderas convencionales no son tan sensibles, y por este motivo, a menudo combustionan más de lo que es necesario, con el consiguiente desperdicio de combustible.
Existe una tercera opción, que son las calderas de biomasa. Las calderas de biomasa utilizan combustibles vegetales que normalmente provienen de residuos.
Todas estas calderas reciben subvenciones.